El pequeño Hugo, estaba lleno de barro y empapado, acurrucado junto a su hermana Senda en una oscura cuneta.
Compartió con ella, una cajita de cartón en el baño y desde el primer momento, nos miraba con sus preciosos ojos verdes y no paraba de mover su rabito alegremente, como si no se hubiera dado cuenta del peligro que había corrido aquella noche.
Ahora nuestro enano, tiene los mejores “papis” y es el rey de la casa, estamos seguros que le colmaran de cariños y atenciones, gracias por quererle tanto y por supuesto a toda la gente de Nueva Vida por ayudarnos a encontrarle un hogar.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario