Historia tras historia, nos vamos dando cuenta que detrás de cada abandono, de cada ser utilizado y finalmente cedido a fuerza de “si no te lo quedas, lo llevo a la perrera”
no existe nada en común, salvo la falta de ética, humanidad y todo lo que nos hace ser buenas personas.
Kika no ha sido fruto de una camada no deseada o de una enfermedad que les hace plantearse la pantalla de plasma o la consulta veterinaria, simplemente ha sido el caprichito que ahora ya no queremos.
Pero, si existen personas que ven a los animales como a un miembro mas de su familia, que no entienden esta forma de deshacerse de un ser vivo cuando se aburren o ya no les viene bien. Ahora esta pequeña, conocerá la existencia de las palabras cariño y protección.
AHORA, PUEDES PULSAR EN ENTRADAS ANTIGUAS Y PASARAS A LA SIGUIENTE PAGINA DE UNA IMAGEN VALE MAS QUE MIL PALABRAS...
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